Quiero reconocer y agradecer. Reconocerles por lo que para mí ha sido la mejor forma de terminar mi periodo vital como docente. Agradecerles por su generosidad a la hora de compartir, de aportar, de trabajar, de querer hacer cosas y hacerlas bien, por ser ellos y ellas en libertad, por expresar sus emociones sin pudor. En definitiva, por conformar un círculo virtuoso de aprendizaje que pocas veces había visto tan claro, eficaz y generoso. Estoy hablando del proceso de enseñanza/aprendizaje participado por el alumnado de la asignatura Comunicación Interpersonal – the very best (CItvb)… un placer y un crecimiento compartido.

Todo empezó hace tres años cuando comenzó su itinerario académico, el del Grado en Comunicación de la Universidad de Deusto. Era la última promoción antes de un cambio de plan de estudios. También era la última vez que yo iba a acompañar a una nueva generación de comunicadoras y comunicadores durante tres años de los cuatro que conforman su graduado. Yo quise que fueran las mejores clases que había dado y daría ya que me jubilaba. Ellos y ellas respondieron con generosidad y lo hicieron posible… no todos… sí toda la clase.
La primera asignatura, que era del área de empresa, fue de contacto, de conocimiento mutuo, de interiorización de normas y consecuencias, de generación de confianza, de ir creando la conciencia de que eran los mejores, the very best – tvb, ya que todas las asignaturas tuvieron el mismo “apellido”.
El siguiente semestre también estuvo relacionado con las organizaciones y en ella empezó el cambio. La compresión del entorno, el liderazgo, el trabajo en equipo, la responsabilidad social, la excelencia, los procesos de cambio, la innovación y el emprendimiento fueron promoviendo, como dice José Luis Alonso Andreano (citado con mucho respeto) su Learnability. Empezaron a transformarse… a transformarse los unos a los otros (aplíquese, por supuesto, también en femenino). Y lo mejor es que la propia clase era consciente de ello.
Y llegó el segundo semestre del tercer curso del grado y el cuarto del doble grado en Derecho y Comunicación, los dos itinerarios que compartirán la asignatura CItvb. Y comenzó la magia. Era el último que íbamos a compartir. El trasfondo de la asignatura consistía en mostrar la realidad emocional aplicada al mundo de la comunicación, en concreto a la comunicación interpersonal. Las tareas se centraban en el autoconocimiento, en un trabajo en equipo que trabajaba habilidades como la asertividad, la empatía, el reconocimiento, la retroalimentación, la moda como lenguaje, la escucha activa y la emisión y recepción de críticas. Y lo más importante, una ponencia individual acompañada de una presentación personal con el formato elevator pitch: 7 minutos en total.
Siento no poder contar nada de lo que dijeron, ya que tenemos una máxima que dice que lo que sucede en CI se queda en CI. Lo que sí quiero hablarles es de la generosidad con la que abordaron las tareas… TODAS. Se percibió el compromiso y el esfuerzo, las ganas de responder ante la clase, ante sus compañeros y compañeras. Tuvieron la generosidad de compartir sus emociones, nada fácil en personas de su edad, para darse a conocer y experimentar con ellas en un proceso de comunicación. Hicieron presentaciones épicas que pocos olvidaremos que lejos de ser excepcionales eran lo habitual. Tenían autonomía, mentalidad de crecimiento, pensamiento crítico, proactividad y resiliencia e iban incorporando conocimiento sesión tras sesión. Dejo en este enlace un ejemplo de su trabajo: MAKING OFF BLANC´.
A estas alturas muchas personas estarán pensando que no puede ser que todos los y las estudiantes participasen con la misma intensidad y tienen razón. No todo el mundo lo hizo igual, pero el círculo virtuoso fue una creación coral, de toda la clase, cada uno desde su singularidad. Por todo ello, quiero reiterarles y hacer público mi agradecimiento por la (casi)* mejor promoción que he tenido nunca y con la que (casi)* más he disfrutado.
Saben que serán personas más competitivas cuanto más humanas sean
Yo ya termino… ellos y ellas empiezan. Ojalá que estén seguros y seguras, sanos y sanas, tranquilos y tranquilas y que la vida les trate bien.
*CASI… digo esto porque todas las promociones, en esta asignatura en concreto, han sido fantásticas. Desde la primera promoción del plan de estudios que termina, enfatizando a Mikel Sáez de Vicuña como ejemplo con honores, hasta esta última todas, casi, han sido excepcionales. Sin embargo, la GENERACIÓN que egresó en el 2018 fue también mágica y la tengo muy presente en mi memoria y su foto sigue en mi despacho. El vídeo que dejo a continuación es una muestra de esa magia, de esa emoción: la canción que crearon como despedida.

