Su fuerza es lo que más me llama la atención, lo que más admiro, lo que me fascina, lo que reconozco nada más mirarla, aunque sea una de esas personas cansadas de su propia fortaleza, que lloran no por debilidad sino porque llevan demasiado tiempo siendo fuertes.
Tiene la raza de las mujeres del Norte, entendiendo la zona geográfica como algo más que Euskadi. Su porte, sus movimientos, su belleza, su forma de mirar, su forma se sonreír (maravillosa también… que siempre se lo digo… que nunca me hace caso…) hacen que no pase desapercibida…y yo siempre que está me siento más seguro, su amistad me hace sentir más fuerte.
Le conocí hace tiempo, en entorno universitario, daba clases en Humanidades:Empresa (la mejor carrera del mundo), yo no la tuve de (más…)