Transformación

Hablando con Arantza Echaniz sobre Ética

AranConozco a Arantza Echaniz, a la Doctora Arantza Echaniz Barrondo desde hace 15 años aproximadamente, y hace casi el mismo tiempo que la tengo como una de mis grandes amigas. Profesora de la Universidad de Deusto, investigadora, escritora, bloguera y otras mil cosas, fue mi profesora de Liderazgo y Deontología en la carrera, HUEM: Humanidades:Empresa y desde el primer momento congeniamos. Desde hace ya unos años no solo somos amigos sino que compartimos trabajo en el ámbito docente y de formación a directivos. Arantza es una de las personas más convencidas de la necesidad de contemplar al elemento humano cono eje central de las organizaciones modernas y, además, es una experta en Ética. Por todo ello, quería entrevistarle dentro de la serie Hablando con Rogelio Fernández.

Mucho se habla hoy en día de Ética, de Moral, pero parece que estamos en un momento que poco se practica: corrupción, mentiras, desvergüenza, legalidad a ultranza. Por ello quería saber ¿Qué podemos entender por Ética y por Moral?

Además, siendo doctora en Economía y Dirección de Empresas, deseaba preguntarle si podemos entender que tiene cabida la Ética en los negocios más allá de la Deontología o ética aplicada al puesto de trabajo. En este ámbito me interesaba también preguntarle por los códigos deontológicos de las organizaciones y qué valor tienen ya que ambos hemos investigado junto con Yovanni Castro, Alfonso Benito y el desaparecido Iñaki Beti, sobre Responsabilidad Social Corporativa. RSC que entendemos sería el lugar, el sito de la ética en las organizaciones y que debería estar reflejada en todos los procesos de gestión.

Teníamos que hablar de la Ética en las organizaciones, pero cómo se enseña, qué papel juega la educación en su desarrollo personal y social es un tema que siempre nos ha inquietado siempre. Y como ya íbamos a hablar de educación, me parecía muy interesante que nos diera su opinión acerca de la posibilidad de contemplar una Inteligencia Ética como un tipo más de inteligencia. Para terminar, y como no podía ser menos no podía dejar de lado la relación entre la Ética y las emociones (más…)

Emocionalidad y Ética

piedras

 * Los sentimientos y las emociones son indispensables para un comportamiento social normal. Sin ellos, no se darían las repuestas sociales espontáneas que prefiguran un sistema ético o un sistema cultural. Resulta improbable que sin emociones ni sentimientos sociales se crease, por ejemplo, un sistema religioso.

Suprimir la emocionalidad del ser humano tendría como consecuencia un pobre organización de la experiencia suprimiendo la posibilidad de categorizar como bueno o malo dichas experiencias, siendo a la vez difícil o imposible construir la noción de bondad o maldad, o lo que es lo mismo, piedrasde lo que debe considerarse bueno o malo.

Con este razonamiento derivado del funcionamiento del cerebro humano, podríamos diferir que en ausencia de emociones y sentimientos sociales las construcciones culturales existentes no se hubieran generado. También se podría diferir que, siendo como son las emociones anteriores en la evolución al pensamiento inteligente, el sistema emocional subyace al comportamiento ético, sin que esto signifique que lo constituyen por sí solas.

El comportamiento ético no sólo se limita a (más…)

Sobre la atención

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Zabaleta

Zabaleta

Solo acallando la mente es posible encontrar la salida del laberinto (Vicente Simón).

Vivimos en un tiempo, en una sociedad donde la híper-estimulación de nuestra mente, con la distracción que eso conlleva, nos hace funcionar con la atención desatendida, con el piloto automático de pensamientos y acciones encendido yendo del pasado al futuro sin detenernos en el presente, el único momento que existe y que es el regalo de la vida.

La atención es un proceso psicológico que nos proporciona la posibilidad de atender ciertos estímulos de forma selectiva que conlleva un estado concentrativo o focalizado, junto con la habilidad que esto conlleva, y una capacidad limitada de procesamiento de información. También podría entenderse como un sistema de control para orientar los procesos mentales.

En cuanto a la tipología y funciones de la atención, Constanza Calatayud y María Elvira Vague, nos proponen tres tipos: la atención selectiva, la atención mantenida y la atención dividida. Con la primera, con la selectiva, conseguimos seleccionar la información relevante y focalizar nuestros recursos mentales en un aspecto concreto del ambiente, prescindiendo del resto de estímulos, en la realización de un quehacer determinado.

La concentración, o atención mantenida, se construye con la habilidad para tener en cuenta toda la información para acometer una actividad, gestionando las distracciones y las caídas de la (más…)