Sí señoras y señores, yo estudié HUEM, Humanidades: Empresa, en la Universidad de Deusto en su campus de San Sebastián, y tengo que confesarles que es una de las cosas de las que más me enorgullezco y que por ello voy a dedicarle unos cuantos post en este blog. Este no es más que una introducción, el que prologa la serie dedicada a esta licenciatura universitaria.

En un tiempo en que la palabra innovación aparece ya hasta en los prospectos de las medicinas, en los caramelos de los niños, y no sin razón ya que no podemos competir de otra forma que no sea innovando y vivir de otra forma que no sea emprendiendo, o eso al menos dicen y decimos todo el mundo, Humanidades: Empresa fue una innovación que fracasó, que no perduró en el tiempo como carrera universitaria por no ser sostenible en el tiempo, por ser demasiado adelantada a su época… ¡cómo no iba a serlo una carrera que apostaba por las humanidades en el ámbito empresarial!

He dicho que fracasó quizás porque esa palabra resuena mucho últimamente en mi cabeza, quizás por la sensación de un fracaso vital que me persigue últimamente, pero  quiero cuestionarla yo mismo porque todos los egresados y egresadas de la licenciatura considero que fuimos todo un éxito, que somos vitales en las organizaciones modernas… algunos no pensarán como yo pero, como les decía, yo estoy muy orgulloso de mi formación y HUEM me ha conformado personal y profesionalmente.

Mi historia con HUEM fue tardía ya empecé la carrera con 38 años después de haber hecho el acceso a la universidad para mayores de 25 años dos años antes. 5ª promoción. Un lujo. Realicé mis estudios mientras trabajaba como gerente de una franquicia de Telepizza. Ambas cosas, mis estudios y

mi trabajo en “Telepi” de lo mejor que he hecho en mi vida. La carrera configuró la forma de ver la realidad, fortaleció mi pensamiento de cómo tenía que ser una organización empresarial, la orientación a las personas, mi formación humanista, mi formación como directivo. Además, me permitió disfrutar de la Universidad, de la institución, de un profesorado excelente y de los mejores compañeros que pude soñar. Fui el mejor expediente de mi promoción. Fui el que me quedé con una especie de  síndrome de Peter Pan. Me acuerdo de ellos día a día. De lo que fue pasando después de terminar HUEM quiero olvidarlo también día a día.

Por todo ello, y cuando empezaba a trabajar en la Universidad de Deusto como docente y después de haber terminado los cursos de doctorado, el Rector actual, José María Guibert, tuvo a bien hacer un libro en memoria (Cooperativismo, Empresa y Universidad) de un jesuita de pro, Dionisio Aranzadi SJ, ideólogo de la carrera,  erudito en temas de liderazgo y del Humanismo Cristiano además de haber sido también Rector de Deusto. Para ese libro, me encargó la tarea de hablar de HUEM en un capítulo de dicho libro titulado Dionisio Aranzadi: de las humanidades a la empresa.  Es dicho artículo el que va a acompañarnos, o por no menos va a ocupar los siguientes post de este blog, concretamente los cinco siguientes.

La publicación de los mismos será en intervalos de tres  días. El motivo es no cansarles pero también que no pierdan el hilo los que así lo deseen.  En cuanto a la forma de ilustrarlo quería hacerlo con una serie, con un mismo tema. Tras barajar la utilización de los dibujos que mi querido y admirado Joseba Sánchez Zabaleta tienen bajo el título “Periferias a tinta” y que quizás hubiese sido más estético  o de utilizar una serie de fotos de San Sebastián, mías, no buenas pero sí queridas y sentidas  ya desde que terminé HUEM estoy viviendo en San Sebastián que es una ciudad de la que estoy completamente enamorado he decidido  utilizar los dibujos… ¡la calidad obliga queridos míos!

HUEM  cambió mi vida, y la narración que nos acompañará en los próximos días  es un relato de la conceptualización de lo que produjo ese cambio. El resto de variables que  motivaron dicho cambio serán inspiración de otros escritos. Espero que me acompañen en este viaje de las humanidades a la empresa.

¿Vienen?