Académico

Vivat Academia, vivant professores

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Creo que ya es momento de volver a escribir.

Los motivos para hacerlo son diversos, pero se centran en lo siguiente: tengo ganas y cosas para compartir.  Voy a comenzar con un reconocimiento.

Últimamente parece que la educación de tercer ciclo está devaluada, que los másteres no representan esfuerzo y que hacer un doctorado es cuestión menor… nada más lejos de la realidad.

Es titánico el esfuerzo que supone iniciar la carrera investigadora mediante la elaboración de una tesis doctoral, que tiene como fundamento último la realización de “un trabajo original de investigación con el cual el [la] aspirante ha de demostrar que es un estudioso[a] capaz de hacer avanzar la disciplina a que se dedica.” (Eco, 2003: 18). Es  porque, entre otras cosas, es necesario haber cursado previamente un grado universitario y un máster oficial y porque es un proceso largo y solitario. Es, por añadidura, un trabajo desagradecido ya que pocas tesis tienen el reconocimiento público que conlleva un gran descubrimiento ya que se fundamentan, precisamente, en la humildad de dar un pequeño paso en el avance del conocimiento.

Por otro lado, las tesis son, en general, poco rentables ya que en la actualidad los cursos de doctorado se organizan para su realización en una estructura de tres años de dedicación a tiempo completo o cinco años a tiempo parcial. Si a eso hay que añadirle el tiempo que posteriormente es necesario para hacer carrera académica mediante la acreditación y certificación en una agencia de calidad universitaria, tener publicaciones de impacto, un (o varios) sexenio “vivo”,  titularidad y otras cuestiones hacen que, a tenor de los salarios en la universidad española, sea, como decimos, un esfuerzo nada o poco rentable.

Además, tener un doctorado tiene poco reconocimiento social que ya en los tiempos que corren y en la llamada (¿mal llamada?) Sociedad del Conocimiento, no se sabe, y menos se respeta, lo que implica ser un PhD (“doctor en filosofía), entendiendo ya de forma generalizada que “el profesorado” es un colectivo que no hace nada y que vive permanentemente de vacaciones… en fin… la ignorancia que es muy insolente.

Lo mejor y más curioso de todo esto es que hay personas que todavía hacen doctorados y lo que es más importante, hay personas doctoradas que las dirigen 6y les ayudan a conseguirlo, casi pro bono, con un reconocimiento prácticamente curricular en el que no se contemplan las horas invertidas, la paciencia aplicada ni el conocimiento compartido. Se trata, en definitiva, de un conjunto de personas preocupadas por el avance del conocimiento y de la educación de las personas que han de transformar el mundo. Ojalá que la sociedad y cada ciudadano y ciudadana comprenda y reconozca también este esfuerzo y no se banalice como está ocurriendo desde ya hace tiempo.

Vaya pues, desde este espacio, el reconocimiento público a todas esas personas que se han doctorado, a las que están en proceso doctoral y a las y los directores de tesis por el esfuerzo realizado para que esta sociedad sea un poco mejor cada día.

P.S. Algunas personas pensarán que este escrito viene dado por encontrarme yo en fase de formación como doctor (en la que creo que llevo viviendo toda mi vida), y tienen razón. Es cuando me he puesto a escribir la tesis cuando me he dado cuenta de la magnitud del proyecto y por eso de mi respeto y reconocimiento público a todos los miembros de la Academia.

Eco, U. (2003). Cómo se hace una tesis. Técnicas de investigación y procedimientos de estudio, investigación y escritura. Barcelona: Gedisa.

 

El liderazgo es un arte

Rothko

Rothko

Ya lo decía Dionisio Aranzadi, el liderazgo es un arte y como tal, difícil definición tiene.

Arte es la capacidad, habilidad para hacer algo; o una manifestación de la actividad humana mediante la cual se interpreta lo real o se plasma o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros; también el conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer algo, e incluso la disposición personal de alguien[1]. Cualquiera de estas definiciones de la RAE, o todas ellas, nos pueden indicar lo que implica el liderar un grupo de personas.

Liderar implica la capacidad y la habilidad para orientar a un grupo de personas en una organización humana, sea esta empresarial o de cualquier otra índole, hacia metas comunes. Conseguir esto no es una ciencia exacta, sino una suerte de  gracia y destreza (habilidad) y la  oportunidad y el medio para ejecutarlo (capacidad).

Rothko

Rothko

También implica la interpretación de una realidad, reflejada en el sentido que el líder da a la actividad a realizar y plasmada normalmente en la misión y visión de la organización. El vehículo para conseguir esto son, sin duda, los recursos comunicativos ya que el proceso de liderazgo es, fundamentalmente, un proceso de comunicación y de relación mediante el cual se va creando el sentido compartido de la razón de ser de la relación y del futuro deseado que se desea compartir, así como la trascendencia que tiene todo ello, tanto para el individuo como para el grupo, tanto para el líder como para los liderados y para la sociedad en general. Esta interpretación de la realidad debe contar con la identificación, uso, comprensión y gestión de la emocionalidad la rodea para aprovechar la información que las emociones proveen.

En cuanto al conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer algo, hablaríamos de las diferentes teorías que se han propuesto en el estudio del liderazgo, y que entroncan con la idea de si un líder nace o se hace o, simplemente, el líder ser va haciendo desde que nace. El convencimiento de que el liderazgo es un proceso susceptible de ser mostrado, enseñado y, sobre todo, aprendido es una tesis que nos acompaña desde hace tiempo y refrendada por autores como el antes citado Dionisio Aranzadi, Bass, Burns y Echaniz, entre otros. Un arte, por lo tanto, que con sus preceptos y reglas pude ser desarrollado a lo largo de la vida.

Rothko

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Enlazando con esto, si el líder nace o se hace, aparece la cuestión de la disposición personal o, dicho de otra forma, el carisma. El liderazgo carismático es una de las cuestiones que más se ha tratado en las diferentes teorías del liderazgo, aunque, como muchas otras, no ha llegado a concluirse satisfactoriamente. El carisma, ese no sé qué, resulta, como el propio liderazgo, algo fácil de apreciar, pero difícil de explicitar y más complejo aún desarrollar más allá de la parte innata o de crecimiento personal que tiene este concepto. Una forma de ser que sazonará de forma singular este arte de liderar grupos de personas.

Un arte, el de liderar, que deberá ser ético, colaborativo, emocional, transformador y trascendente para ser considerado virtuoso… difícil tarea la de enseñar este arte… apasionante por otro lado hacerlo y también dominarlo…

 

[1] De todas las acepciones que aporta la RAE, 9 en total, hemos utilizado aquellas que son más oportunas para el tema que estamos tratando.

Líder y liderazgo: cuestiones etimológicas

Rotkhko

Rotkhko

*Al final les he dejado un poco de música. Si lo desean pueden ponerla para leer el post. Espero que les guste.

Entendemos que, para acercarnos a la definición del liderazgo, se presume necesario tener una referencia etimológica del término para ir aclarando su componente semántico, sus significados para posteriormente definir en el concepto y sus componentes principales.

Cuando acudimos al buscador de la RAE (Real Academia de la Lengua)[1] y tecleamos las primeras letras -LID, las palabras que aparecen son las siguientes: Lid, liderar, liderato, liderazgo, liderear, lideresa, lidererizar, lidia, lidiadera, lidiadero, lidiador, lidiadora, lidiar, lidio, lidiosa y lidioso, a las que añadiríamos a la palabra líder colocando ya al acento.

Sorprende ver dos grupos de palabras con significados tan distintos. Por un lado, líder, liderar, liderato, liderazgo, lideresa y liderizar y, por otro, lid, lidia, lidiadero, lidiadera, lidiador, lidiadora, lidiar, lidio, lidiosa y lidioso. El (más…)

Liderazgo trascendente… un breve apunte

IMG_0110Podemos considerar que el liderazgo es un proceso de influencia positiva entre personas que lleva a generar entornos virtuosos de relación y trabajo.

En dicho proceso, la persona que ejerce el liderazgo se deberá apoyar en la utilización de los estilos de inteligencia múltiple propuestos por Gardner, prestando especial atención a la inteligencia emocional, con el fin de generar entornos emocionales resonantes que propicien la consecución de objetivos comunes.

Objetivos que se configurarán debido a la trascendencia que deberá proveer este proceso de liderazgo a la comunidad de personas implicada, elevando las expectativas más allá del propio trabajo y procurando al mismo los elementos de espiritualidad consustanciales al ser humano.

Una espiritualidad basada en una misión, visión y valores generados y compartidos por todas las IMG_0109personas que participan del proceso y fundamentados en un marco de actuación superior que sería el marco ético. Liderazgo que podría resumirse en la máxima ignaciana “En todo amar y servir”.

Por lo tanto, se trataría de un proceso virtuoso de servicio, espiritual y trascendente capaz de elevar las expectativas y resolución de personas y organizaciones. Un proceso de liderazgo que puede apoyarse en las máximas de la espiritualidad ignaciana como son el amor, la libertad, el heroísmo, el magis, la indiferencia o el ingenio entre otros. Además, los Ejercicios Espirituales, realizados desde un punto de vista laico o religioso, pueden ser el elemento fundamental que apoye al líder o lideresa a “ordenar su propia vida” en su camino de autoconocimiento, automotivación y gestión personal en aras de mantener la resonancia de este liderazgo trascendente en su persona y en la organización.

Hablando con José Mari Guibert sobre liderazgo, espiritualidad y trascendencia

Hace ya unas semanas, quizás unos meses, tuve la oportunidad de entrevistar a José María Guibert Ucín SJ, Rector de la Universidad de Deusto.

A continuación transcribo el correo que le mandé solicitando la entrevista, que aunque fue privado, queda reflejado en el vídeo que da fe de la  conversación que mantuvimos y que espero, esperamos les resulte tan interesante como agradable fue para mí estar con él.

“José Mari…

Mi interés está en la espiritualidad, en la trascendencia que considero tiene que tener y aportar un liderazgo de hoy en día en cualquier ámbito organizativo. De eso va mi tesis y de ello me gustaría hablar en la entrevista del viernes y luego un rato contigo en persona.

La entrevista será más una charla que otra cosa, de unos 30 minutos y las preguntas que  me (más…)

Liderazgo: iniciando su estudio

Tras una revisión de algunos libros y manuales relevantes en la literatura que existe sobre Liderazgo, hemos podido observar lo siguiente.

Son muchas las definiciones que se han dado de liderazgo pero consideramos que lo más relevante es lo que indica  Bernard Bass (1990:19) al decir que la definición de liderazgo en un determinado estudio tiene que ir en consonancia  con el propósito del mismo.

Muchos los estudios sobre liderazgo se han realizado y se realizan en la actualidad parten y se fundamentan del libro de Bass (1990) que se fundamenta a su vez en la revisión de Strogdill de 1974[1]. Aranzadi (1995); Díez de Castro, García del Junco; Martín Jiménez y Periánez Cristóbal (2001); Echaniz (2001); Koontz y Weihrich (2004); Benito y colaboradores (2010), Koontz y colaboradores (2012) y López-Domínguez (2012) son un ejemplo de ello.

Estos autores comparten, con algunas diferencias, la idea de que debemos partir de la (más…)