Espero que en el post anterior, la referencia a los refritos mencionados por Mario Alonso Puig no les haya hecho pensar la no seriedad y validez de los mismos, por lo menos en mi caso intento que aporten algo positivo aunque sea dentro del ámbito divulgativo. En esta ocasión, trataré de entender las diferentes inteligencias apuntadas por Howard Gardner. Aviso de antemano que es un poco largo, pero espero que les merezca la pena.
Partiendo de la definición que da este autor de lo que es una inteligencia “la capacidad para resolver problemas, o para elaborar productos que son de gran valor para un determinado contexto comunitario o cultural”, Gardner define primeramente 7 inteligencias diferenciadas pero que en el ser humano operan de forma coordinada pero con intensidades diferentes. Estas inteligencias son la espacial, lingüística, lógico-matemática, cinético-corporal, musical, intrerpersonal e intrapersonal. Más adelante añadió la naturista.
La inteligencia espacial consiste en la capacidad para construir modelos mentales de un mundo tridimensional y resolver problemas con ello como navegar, orientarnos con un mapa en una ciudad, jugar al ajedrez, reconocer caras o pequeños detalles etc. Marinos, arquitectos, cirujanos, escultores, pintores, ingenieros son un ejemplo de profesiones y vocaciones que la necesitan especialmente. Se sitúa en el hemisferio derecho del cerebro. Los ciegos usan este tipo de inteligencia cuanto suplen la vista por el tacto para reconocer objetos y hay niños autistas pueden dibujar con una gran finura.
La inteligencia lingüística, que ha estado siempre muy ligadas a los test de inteligencia convencionales, se encuentra localizada preferentemente en la llamada área de Brocca en el hemisferio izquierdo del cerebro humano con lo que una lesión en este área una persona no podría componer frases sencillas aunque pudiera comprenderlas. Es básica para otras inteligencias como la intrapersonal y la interpersonal y se compone de un sistema de símbolos y sonidos que recuren a operaciones computacionales en el cerebro para construir la comunicación. Su mayor expresión la encontramos en escritores y poetas, pero también en políticos, religiosos, oradores y vendedores. El habla, y también la escucha, son dos de sus capacidades fundamentales.