Hace unos días, cuando preparaba una intervención en un vídeo promocional del Grado en Comunicación a cuyo departamento pertenezco en la estructura de la Universidad de Deusto, escribía este comienzo que luego derivó en un post para el blog CIE/EITB. Decía así..
No se equivoquen… no nos equivoquemos… yo comunico, tú comunicas, él comunica… es más… nosotros comunicamos, vosotros comunicáis, ellos comunican… y quienes son ellos, pues instituciones públicas y privadas, medios de comunicación de masas, organizaciones no gubernamentales, empresas privadas, organizaciones sociales, departamentos de marketing, de comunicación, consultorías especializadas, periodistas, guionistas, publicistas, agrupaciones y también, familias, cuadrillas, amigos, parejas. Somos seres gregarios en los que la comunicación es un proceso indispensable más aún en una sociedad que ha sido globalizada y sigue siéndolo, por la incidencia del desarrollo de las TIC – Tecnologías de la Información y la Comunicación. No darnos cuenta de esto sería una equivocación. Como también lo sería excluir del proceso la emocionalidad embebida en el mismo.
Una de las dos funciones principales de todo el sistema emocional es precisamente la comunicación, la función social. Robert Plutchik apuntaba que las expresiones emocionales comunican cómo nos sentimos a los demás, además de regular la manera en que los demás reaccionan ante nosotros y que facilitar las interacciones sociales. (más…)