Esta frase, este pensamiento se lo oí hace unos días a David Alvear, de Baraka, en una clase de meditación, me dio mucho que pensar y concluyo que estoy completamente de acuerdo con él.
Llevo años tratando el tema de la Inteligencia Emocional, que surge como tal allá por los albores de los noventa gracias a Mayer, Salovey, Goleman, Bar-On y otros muchos, destacando a Rafael Bisquerra en el Estado. Desde los noventa que se define como tal pero que no ha trascendido mucho de la identificación, del etiquetaje, lo ha hecho poco en cuanto a los avaneces en metodologías para la comprensión y considero que ha hecho menos aún en cuanto a la regulación. Muchas de las investigaciones que se han realizado seguro que han mejorado la forma de medir el constructo, sin duda, pero, y lo digo con la humildad de un ignorante, creo que no se ha avanzado demasiado, que no se ha ido más allá en su desarrollo para beneficio del bienestar humano.
Trascender, en algunas de sus acepciones significa ir más allá o comprender mejor. Imprescindibles sigue siendo la labor de sensibilización y formación en este ámbito de la IE, sobre (más…)