Inteligencia Emocional

Una ficción emocional*

El callejónAyúdenme a poner nombre a esta emoción, este sentimiento… yo no puedo ya que me han quitado el futuro.

Se trata de un estado emocional de alta intensidad y de una apreciación del mismo muy desagradable, muy doloroso. Solo puedo describirlo como una gran desolación interior, como una mezcla de indefensión, de vergüenza, de miedo… de mucho miedo.

Desolación ya que en estos momentos parece como si me hubiesen arrancado de la mente todos los proyectos de futuro que tenía, quedando el horizonte vital arrasado como si de la estepa se tratase, sin ilusión, sin esperanza sin futuro. Desolación que proviene de tener la sensación de que me hubiesen arrancado mis planes de futuro de cuajo, destrozando la mente no dejando nada de lo que yo había soñado hasta entonces para mi futuro, para mi vida. Desolación por no poder soñar y desolación por no poder olvidar.

También vergüenza ya que parece que todo el mundo se ha dado cuenta de mi tristeza, de mis fallos, de mi abandono, de mi desolación, y como de un páramo arrasado por el viento en el que no hay cada, las personas, mis amigos, mi familia huyen como si (más…)

Emociones en el ser humano: su utilidad*

POEMARIO 1Las emociones favorecen nuestra adaptación al entorno natural y social e inciden en todos nuestros procesos mentales y físicos. Las funciones de las emociones, funciones filogenéticas que nos constituyen como especie son, siguiendo a Robert Plutchik, dos: la adaptación al medio y las relaciones sociales.

Sin embargo, sus efectos son múltiples y variados. Influyen, por ejemplo, en: la salud, la memoria, la percepción, la atención, la motivación, el aprendizaje, la autoestima, la comunicación, en nuestras expectativas, en nuestros juicios respecto a objetos o personas, en cómo interpretamos la propia conducta y la de los demás, en cómo percibimos e interpretamos la realidad, etc.

En cuanto a su componente relacional, a su función social, las expresiones emocionales comunican cómo nos sentimos a los demás, regulan la manera en que los demás reaccionan ante nosotros y (más…)

Liderazgo ignaciano (y II)

ignaciano

Dibujo de Javier Etxenike

Dibujo de Javier Etxenike

Como les indicaba en el post anterior, existe una gran correlación entre el estilo de liderazgo ignaciano y las competencias de la Inteligencia Emocional. Pero lo más sugerente no son sus correlaciones, sino el sistema, el método descrito por Ignacio de Loyola para desarrollar esas competencias: los Ejercicios Espirituales.

En estos ejercicios, que duraban 30 días, se elimina cualquier contacto con el exterior ya que exigen una total dedicación intelectual, emocional y espiritual (103) y están guiados por un director espiritual. Se realizan en estricto silencio. Cada día existen 4 o 5 periodos de meditación. Realizan una introspección para descubrir sus “afectos desordenados” –debilidades- y de ahí surge el compromiso con la mejora. También siguen un proceso de meditación guiada donde se profundiza en los cuatro principios del liderazgo jesuita.

Una vez terminado el periodo de ejercicios, y como una forma de retroalimentación, los jesuitas, día a día, al levantarse, deben hacer memoria de sus metas clave, dando primero gracias a Dios por los beneficios recibidos y dos veces al día- después del almuerzo, y después de la cena- deben realizar un breve examen mental de si los actos realizados están en función de esas metas. Esto permite un seguimiento de sus propósitos y una pronta retroalimentación de lo realizado hasta el momento.

De esta forma se revisan casi en tiempo real las acciones realizadas y su concordancia con las metas adquiridas, facilitando de esa forma el autoconocimiento, el manejo de nuestras fortalezas y debilidades. Además, el líder, en la primera generación de líderes o siempre que le sea posible, puede acompañar estos ejercicios durante una hora al día para de esa forma guiarles en su examen de fortalezas y debilidades, valores y visión del mundo, consiguiendo trasmitir también la propia visión de gerente líder. (más…)

Las emociones: la otra cara del ego

IMG00296-20111127-1147Hay otro elemento que pertenece al ego, esbozado este en otro post anterior, y que marca el devenir automático de nuestra mente: las emociones.

Emociones referidas no a esos impulsos, esos patrones de respuesta y pensamiento cuasi automáticos que nos generan las cosas cotidianas de la vida, que nos generan todos nuestros sentidos exteroceptivos (vista, oído, tacto, gusto y olfato), sin tan siquiera los interocpetivos. Estas respuestas emociones están más ligadas a la evolución y en este momento me gustaría darlas como necesarias, como posibles generadoras de placer o displacer pero no de sufrimiento.

A las que me refiero, son a las que anidan en nuestro inconsciente, en nuestra memoria, en, como decía el maestro en un retiro de meditación, en nuestras células y que conforma nuestra emocionalidad de fondo, como ya apuntaba Antonio Damasio. Me refiero a las que se generan con un estímulo que proviene de la mente y que a su vez generan más pensamiento, que generan sufrimiento.

Una emocionalidad que sin saber muy bien ni cómo ni por qué te atrapan en un momento dado a traición, sin apenas justificación, sin avisar. Una emocionalidad que está fundamental mente generada por los pensamientos y que como pensamos que nos constituye nos atrapa. Unos pensamientos que en la identificación automática que hacemos reuniendo SER con PENSAR también rumiamos que esas emociones también son lo que somos, que nosotros somos ellas… en lugar de observar cómo se produce el fenómeno emocional en nuestro cuerpo y observar también de qué pensamientos genera, lo que no haría conscientes del proceso y no lo padeceríamos con un suceso. (más…)

El ego: peligrosa compañía

IMG00055-20110601-2130El ego es la identificación que hacemos con todas aquellos elementos que pensamos que nos identifican y definen. Nuestro sexo, comportamiento de género, identidad sexual, nacionalidad, adicciones, formación, edad, trabajo, amistades, posesiones, nivel social, lugar de residencia, estilo de vida, los distintos roles familiares como hijo, padre, abuelo, de enfermos… sean reales e imaginarios.

El ego es también nuestro intérprete, la voz en la cabeza que nos va traduciendo de forma automática toda la información que nos proporciona el cuerpo y nuestro entorno. La que por medio de una valoración inconsciente y consciente, nos dice que lo que nos ocurre es considerado como bueno o malo, agradable o desagradable y como consecuencia genera unos pensamientos y comportamientos acordes a esa valoración realizada en función a las identificaciones anteriormente citadas.

El ego es la identificación que muchas veces tenemos con nuestros procesos mentales y que nos hace pensar que somos lo que pensamos, que nos identificamos con lo que pensamos, que llegamos a creer, como decía Descartes, que pensamos luego existimos, sabiendo de boca de muchos pensadores que Descartes estaba equivocado y que existimos, luego pensamos.

El ego es ese acompañante que nos complica la vida con nosotros mismos y con los demás cuando está demasiado presente en nuestras vidas; que pretende que vivamos con sus normas y apreciaciones; con su conducta y pensamientos automáticos; que no puede vivir con nosotros ni sin nosotros; que no le gusta el cambio y que necesita alimentarse de las miserias humanas, de nuestras emociones más atávicas. (más…)

Sobre la ira

De Joseba Sánchez  Zabaleta

De Joseba Sánchez
Zabaleta

La ira es una emoción básica, automática, fundamentada en el Sistema Nervioso Simpático, rápida, “caliente”, incremental, egótica, social, destructiva, especialmente contagiosa, que genera una rápida identificación con ella, que se alimenta del pasado y te acelera el corazón, te incrementa la tensión muscular. Los pensamientos negativos se potencian así como las muestras de desafecto mucho más rápidamente que el miedo, posicionándote en una opción de defensa y donde el concepto de provocación toma relevancia ante los hechos que se ven como una amenaza.

Una amenaza que se relaciona directamente con el ego, con nuestro ego que es el que se ve amenazado, ultrajado, ofendido. La sientes en la necesidad de acción, en la proliferación de pensamientos negativos, en el ardor de la sangre en la cara, en el acelere del corazón, en la dificultad de concentración, en el impulso a compartirlo con más personas para que se incremente el efecto contra la persona o sistema que consideramos la ha provocado y, sobre todo, en el impulso a actuar de forma automática y poco razonada ante los hechos… te urge intervenir para saciar tus impulsos.

A nivel fisiológico, cuando es desadaptativa y continuada, puede potenciar diferentes trastornos como los cardiovasculares, cáncer, tabaquismo, soriasis, artritis reumatoide y otras enfermedades además de otros trastornos psicológicos. Y he dicho desadaptativa ya que esta emoción, como todas las emociones básicas tienen una función adaptativa necesaria para nuestra supervivencia y que está muy relacionada con nuestra defensa y con la defensa de aquellos que queremos, incluidos también aquellos casos sociales y morales que nos indignan.

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Psicología Positiva y Autoeficacia: un curso de verano*

Javier Etxenike

Javier Etxenike

*(En este post he utilizado algunos términos y párrafos del publicado en el Blog del CIE tittulado II Cursos de Verano CIE: Del estrés al bienestar – La otra cara del trabajo).

El pasado jueves 17 de julio participé en la jornada Del estrés al bienestar: la otra cara del trabajo correspondiente a los II Cursos de Verano organizados por el CIE (Asociación Consorcio de Inteligencia Emocional) en campus de San Sebastián de la Universidad de Deusto. La jornada fue todo un éxito debido a la inestimable presencia de Isabel M. Martínez, del equipo WONT perteneciente a la Universidad Jaume I.

LA FELICIDAD HAY QUE CULTIVARLA

Durante su exposición, con una orientación práctica pero desde un enfoque académico, la profesora Martínez realizó una clara exposición de los principios de la Psicología Positiva, incluyendo su aplicación a las organizaciones (POP – Psicología de la Organización Positiva) no solo bajo una premisa humanista sino con una orientación estratégica y competitiva.

Del estrés apuntó las consecuencias negativas de un estrés continuado e intenso recalcando en que es la segunda causa de baja laboral en el Estado y, sin embargo, teniendo una connotación cultural no negativa. Las nuevas profesiones, el tecno-estrés, el incremento de la presión organizativa, más exigencias personales ante la vida, el cambio de roles en el hogar, entre otras cosas, ha incrementado el nivel de estrés en las personas. Además afecta a todas las profesiones, aunque los policías, funcionarios de prisiones, especialistas médicos y controladores aéreos en primer lugar, las personas relacionadas con la producción en segundo y médicos, enfermeras y profesores en tercero son las más afectadas. La orientación positiva a la hora de evaluar nuestra vida, una forma de vida saludable es una forma de vivir y minimizar estos estados.

LA TIENE QUE CONSEGUIR UNO MISMO

CUENTA COSAS POSITIVAS. Isabel Martínez, bajo el marco del estudio científico del funcionamiento óptimo de persona y organizaciones (Psicología Positiva), nos llevó por un sendero hacia salud en el trabajo exponiendo los beneficios de las organizaciones saludables, tanto para sus integrantes como para sus resultados y perfilando sus características. Se habló de optimismo, de satisfacción, de elevación personal, del comportamiento extra rol y ciudadano. También se trató el constructo Capital Psicológico, que incluye la esperanza, el optimismo de nuevo, la autoeficacia y la resiliencia (capacidad de una persona u una organización de superar las dificultades y salir fortalecidos una y otra vez). (más…)

Un resumen sobe las inteligencias múltiples

Espero que en el post anterior, la referencia a los refritos mencionados por Mario Alonso Puig no les haya hecho pensar la no seriedad y validez de los mismos, por lo menos en mi caso intento que aporten algo positivo aunque sea dentro del ámbito divulgativo. En esta ocasión, trataré de entender las diferentes inteligencias apuntadas por Howard Gardner.  Aviso de antemano que es un poco largo, pero espero que les merezca la pena.

Partiendo de la definición  que da este autor de lo que es una inteligencia “la capacidad para resolver problemas, o para elaborar productos que son de gran valor para un determinado contexto comunitario o cultural”, Gardner define primeramente 7 inteligencias diferenciadas pero que en el ser humano operan de forma coordinada pero con intensidades diferentes. Estas inteligencias son la espacial, lingüística, lógico-matemática, cinético-corporal, musical, intrerpersonal e intrapersonal. Más adelante añadió la naturista.

La inteligencia espacial consiste en la capacidad para construir modelos mentales de un mundo tridimensional y resolver problemas con ello como navegar, orientarnos con un mapa en una ciudad,  jugar al ajedrez, reconocer caras o pequeños detalles etc. Marinos, arquitectos, cirujanos, escultores, pintores, ingenieros son un ejemplo de profesiones y vocaciones que la necesitan especialmente.  Se sitúa en el hemisferio derecho del cerebro. Los ciegos usan este tipo de inteligencia cuanto suplen la vista por el tacto para reconocer objetos y hay niños autistas pueden dibujar con una gran finura.

La inteligencia lingüística, que ha estado siempre muy ligadas a los test de inteligencia convencionales, se encuentra localizada preferentemente en la llamada área de Brocca en el hemisferio izquierdo del cerebro humano con lo que una lesión en este área una persona no podría componer frases sencillas aunque pudiera comprenderlas. Es básica para otras inteligencias como la intrapersonal y la interpersonal y se compone de un sistema de símbolos y sonidos que recuren a operaciones computacionales en el cerebro para construir la comunicación. Su mayor expresión la encontramos en escritores y poetas, pero también en políticos, religiosos, oradores y vendedores. El habla, y también la escucha, son dos de sus capacidades fundamentales.

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Sobre la inteligencia

Mario Alonso Puig diría que esto es un refrito, no conocimiento nuevo y tendría toda la razón. Cuando leí su libro me dio un poco de vergüenza el escribir este tipo de post que recoge una interpretación de un conocimiento generado por otro autor, y un autor de renombre ¡claro!, pero permítanme que lo siga haciendo… aunque sea alguna que otra vez.

Cuando hablamos de Inteligencia Emocional hablamos de un tipo de inteligencia, pero muy frecuentemente nos vamos al mundo de las emociones antes que al mundo del intelecto.

La inteligencia es definida por Howard Gardner como la capacidad para resolver problemas o para elaborar productos que sean de un gran valor para un determinado contexto comunitario o cultural (Gardner, 1995: 25). Sobre esta base, y tras una exhaustiva investigación, Gardner define su tipología de inteligencias haciendo hincapié en la pluralidad del intelecto, es decir, que las diferentes  inteligencias trabajan conjuntamente, no todas con la misma intensidad, en el desarrollo intelectual del ser humano.

Para definir las diferentes inteligencias, en la teoría de las IM (Inteligencias Múltiples) el autor propone una serie de premisas. La primera, que constituye un presupuesto, es su componente biológico, es decir, que estén enraizadas en la bilogía con lo que de aquí se deriva su universalidad para el ser humano.  Afirma también que debe ser evolutiva, que sean parte de la evolución de la especie y que vayan aumentando con la experiencia y la edad.  En este sentido, se entiende que comienza con una habilidad central en cada modalidad de inteligencia que se irá desarrollando con el uso de un sistema simbólico para más adelante apoyarse en un sistema computacional o notacional, basado en el funcionamiento de las neuronas,  que desembocará en aficiones o vocaciones profesionales.

Esta habiliad central es lo que se considera una operación nuclear identificable, o lo que es lo mismo, una serie de informaciones que disparan los distintos tipos de intligencias, como puede ser una sensibilidad especial para los fonemas en la inteligencia lingüística o para entonar bien en la inteligencia muscial. Todo esto debe ser entendido en un cotexto cultural determinado donde se deben solucionar los problemas cotidianos y ser valorados los productos que se elaboren. Finalmente, debe existir la posibilidad de ser diferenciada a causa de un daño cerebral, dejando intactas otras capacidades cerebrales, como se demostró en el caso de Phineas Gage expuesto por Antonio Damasio en su libro El error de Descartes.

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